Juntos logramos objetivos.
¿Cuál es el tuyo hoy?

El BREEAM (Building Research Establishment Assessment Method) es uno de los sistemas de certificación de sostenibilidad más reconocidos y utilizados a escala mundial. Este método evalúa la sostenibilidad de un edificio a lo largo de todo su ciclo de vida: desde el diseño y la construcción, hasta el uso y su eventual demolición.

Certificar un edificio con BREEAM aporta numerosos beneficios, no sólo ambientales, sino económicos, sociales y estratégicos. A continuación, te explicamos todas las ventajas que puede aportar esta certificación.

En este artículo te explicamos de una manera clara y sencilla cómo afecta esta normativa a las empresas y cómo la huella hídrica y la auditoría hídrica pueden ayudarte a cumplir con los nuevos requisitos legales, a la vez que verás cómo mejora la eficiencia hídrica en tu empresa u organización.

Si tu empresa está considerando acceder a los fondos europeos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) u otras subvenciones financieras de la Unión Europea, seguramente habrás oído hablar del principio de DNSH (en inglés, Do Not Significant Harm, “No causar daño significativo”). Este principio se ha convertido en un requisito para poder disfrutar de estas ayudas.

¿Cuál es la diferencia entre el cálculo, la validación y la verificación de la huella de carbono?

Cuando hablamos de huella de carbono, los conceptos de cálculo, validación y verificación son conceptos relacionados con los distintos pasos que se han de seguir en el proceso de evaluación y garantía de la exactitud sobre la información de la huella de carbono. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre estos conceptos?

Calcular la huella de carbono de tu negocio es un paso fundamental para medir tu impacto ambiental, identificar áreas de mejora e implementar estrategias que reduzcan las emisiones y mejoren la eficiencia.

En el actual panorama, donde la sostenibilidad se ha consolidado como un pilar esencial, el análisis del ciclo de vida emerge como una herramienta indispensable para todas las industrias, especialmente las vinculadas con la construcción y la fabricación de materiales. 

La Unión Europea ha aprobado la nueva Directiva 2025/1892, que sustituye a la 2008/98/CE sobre residuos. El objetivo es claro: reducir la generación de residuos, impulsar la reutilización y el reciclaje, y aumentar la responsabilidad de los productores.