La sostenibilidad como palanca de desarrollo económico
SostenibilidadLlamamos neologismo a una palabra de nueva incorporación a una lengua y que sirve para designar un nuevo objeto o concepto que antes no existía. Algunas de ellas son circunstanciales, mientras otras suponen cambios en los paradigmas sociales, culturales y económicos del mundo que nos rodea. Haciendo memoria, palabras ligadas a conceptos como sufragio o capitalismo han supuesto una nueva forma de organizar la actividad humana en torno a la sociedad.
La sostenibilidad es un concepto económico, social y ecológico que pretende ser una forma de organizar la actividad humana que permita la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del entorno y bienestar social. Aunque no es un concepto nuevo, y ciertamente tampoco circunstancial, no se ha estructurado hasta ahora como elemento clave dentro de un engranaje económico que percibía la sostenibilidad más como un elemento de coste que como un sistema sinérgico de crecimiento. Pero todo paradigma tiene su punto de inflexión y esta transición está actualmente en pleno proceso de consolidación. Dos fenómenos marcan la magnitud de esta apuesta a nivel europeo.
Por un lado, el Pacto Verde Europeo establece desde finales de 2019 una nueva hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible. El principal objetivo se centra en conseguir que Europa sea climáticamente neutra de aquí a 2050 mediante el impulso a la economía a través de la tecnología ecológica, la creación de una industria y un transporte sostenibles y la reducción de la contaminación. Más recientemente, la Unión Europea ha dotado un paquete de fondo inédito de más de 2.024 M€ para reparar los daños causados por el Covid-19 y transformar la economía. Este Plan de Reconstrucción concentrará buena parte de las inversiones previstas en el apoyo a la inversión en las transiciones ecológica y digital de los distintos países miembros de la UE. Siendo la Unión Europea la principal institución internacional que adopta un compromiso tan explícito, la realidad muestra que de forma paralela, el resto de instituciones internacionales están migrante también sus sistemas económicos de forma más lenta, pero también unívoca hacia la integración de una neutralidad climática. Bajo estas premisas, la sostenibilidad se integra finalmente en el fenómeno económico, al igual que décadas atrás lo hizo el capitalismo. En los próximos años resultará evidente hablar de economía sostenible sin utilizar implícitamente la palabra sostenible, al igual que nos referimos de forma mayoritaria a economía capitalista cuando pensamos en el concepto economía.
Cómo se implementará esta realidad en el tejido empresarial es todavía una incógnita. Pero resulta evidente que aquellas que adapten antes sus sistemas gozarán de ventajas competitivas y verán asegurada su continuidad. Por poner un ejemplo, el sector financiero y asegurador están ya incorporando planes que delimiten los riesgos climáticos, ambientales y sociales de sus activos. Para garantizar inversiones, créditos y seguros competitivos, los distintos actores económicos deben empezar a establecer mecanismos de identificación de riesgos actuales y futuros. Mecanismos basados en la Responsabilidad Social Corporativa, el Análisis de Riesgos Climáticos, el cálculo de la Huella de Carbono, el Reporting de Información no Financiera y la Gobernanza Climática, son algunas de las herramientas sobre las que pivotarán las oportunidades para situarse en posiciones estratégicamente competitivas en la próxima década. Queda por ver cómo se estructurará el acceso a todas las inversiones previstas en el ámbito europeo, pero estas herramientas pueden servir de punto de partida para identificar proyectos que sean objeto de financiación directa vía los Planes de Recuperación previstos en los próximos años.
La sostenibilidad ha llegado para quedarse, no como coste asociado complementario a la actividad económica, sino como palanca de cambio y desarrollo económico. Este cambio de paradigma se está haciendo ya visible. Si hasta ahora, sobre quiénes pivotaban los procesos ligados a la sostenibilidad y el cambio climático eran los departamentos técnicos, ahora ya se han incorporado los departamentos de marketing y pronto veremos las estructuras financieras y de gerencia estratégica participando en estos procesos.