El revuelo la plusvalía municipal
ImmobiliarioAntes de vender un inmueble, es necesario realizar primero los números. Si comprar un piso comporta gastos, venderlo también puede comportarlos, y a menudo son elevados.
Uno de los posibles gastos es la plusvalía municipal, una fuente constante de consultas, últimamente. Hasta hace poco, era un impuesto basado en la ficción de que el valor del suelo se va incrementando con el tiempo (el ladrillo no baja nunca, ¿os suena?) y que, por tanto, cuanto más tiempo hace que eres propietario de un inmueble, más debes pagar. Una fórmula relativamente sencilla de cálculo pero totalmente injusta y desconectada de la realidad.
El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó claro que los precios del inmobiliario también pueden descender, y no tenía sentido pagar este impuesto si se había sufrido una pérdida económica.
Las reclamaciones judiciales llevaron a la anulación del impuesto ya la confección de uno de nuevo a toda prisa. Como ocurre a menudo, las cosas hechas con prisas son parches, y ya veremos cuánto tiempo durará la actual configuración.
Ahora mismo puedes elegir dos formas de realizar el cálculo. Puedes realizarlo según el beneficio real que ha supuesto la venta (que ya tributa también a la renta), o acogerte a una fórmula objetiva según el valor catastral. Te dejan elegir la que sea más beneficiosa.
La consecuencia más inmediata será el impacto en los presupuestos municipales (se calcula que la plusvalía aporta unos 4.000 millones de euros), y es que afrontar correctamente la financiación de los Ayuntamientos debería ser el objetivo, y parece que esta nueva normativa simplemente es una pilotada adelante que deberá resolver quien venga.
Mientras, el contribuyente está algo mejor de lo que estaba, pero con la sensación de que se hace un parche tras otro, y con la inseguridad jurídica que a menudo afecta al sector inmobiliario.
Esperaremos a la próxima anulación/modificación del impuesto, a ver qué nos depara.