¿Cuándo prescribe una autoliquidación? Lo que toda empresa debe saber para evitar sorpresas

Fiscalidad
ESCRITO POR Jordi Armengol i Valls
15 Sep, 2025 — 2 min
¿Cuándo prescribe una autoliquidación? Lo que toda empresa debe saber para evitar sorpresas

¿Tienes claro hasta cuándo Hacienda puede revisar tus declaraciones? La Administración Tributaria dispone de un plazo general de cuatro años para revisar una autoliquidación presentada por tu empresa. Sin embargo, este período puede alargarse o reiniciarse en determinadas circunstancias y esto puede significar revisiones inesperadas y liquidaciones imprevistas.

Plazo general

Cuando tu empresa presenta la autoliquidación de un impuesto, Hacienda tiene cuatro años para comprobarla. El cómputo se inicia al día siguiente de que finalice el plazo legal de presentación, aunque se haya entregado antes.

Si la comprobación hace referencia a bases imponibles, cuotas o deducciones pendientes de aplicar o compensar, el plazo de prescripción se amplía a diez años, contados desde que se generaron y declararon.

Interrupción del plazo

El período de cuatro años no siempre es continuo. Puede interrumpirse y volver a contar desde cero cuando Hacienda, antes de que prescriba, notifique a la empresa cualquier actuación que implique revisión, comprobación, inspección, regularización o liquidación de la obligación tributaria.

Incluso una comprobación parcial interrumpe la prescripción de toda la obligación, no sólo de los elementos analizados.

Además, la propia empresa también puede interrumpir la prescripción, por ejemplo, al presentar una rectificación de la autoliquidación o al interponer una reclamación o recurso contra una liquidación practicada por Hacienda.

Obligaciones relacionadas

La prescripción también se verá afectada si se revisan otras obligaciones tributarias vinculadas al propio impuesto.

Ejemplo: si en la comprobación del Impuesto de Sociedades de 2023 se rechazan determinados gastos por no estar afectos a la actividad, Hacienda puede concluir que el IVA soportado tampoco es deducible, quedando interrumpida la prescripción de las declaraciones de IVA vinculadas a estos gastos.

Incentivos condicionados

Cuando un beneficio fiscal depende de cumplir una condición futura (como deducciones o exenciones), el plazo de prescripción puede ampliarse hasta que se compruebe que se ha cumplido esa condición.

Ejemplo: en el caso de la libertad de amortización por incremento de plantilla, la ventaja está sujeta al mantenimiento de este aumento durante los dos años siguientes. Si esta condición finaliza en 2025, Hacienda tendrá hasta el 25 de julio de 2030 para comprobarla.

¿Quieres asegurarte de que tu empresa no recibe una inspección sorpresa? Contacta con nuestros expertos.