Nueva normativa de envases: obligación de pertenecer a un SCRAP desde el 1 de enero de 2025
SostenibilidadEl sector empresarial e industrial afronta un nuevo reto a partir del 1 de enero de 2025 con la entrada en vigor de los requisitos del Real decreto 1055/2022 de envases y residuos en relación con la obligación de todas las empresas de formar parte de un Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor, ya sea mediante un Sistema Colectivo (SCRAP) o bien mediante un Sistema individual (SIRAP).
¿Qué es un SCRAP?
Un SCRAP es una entidad que permite la agrupación de diferentes empresas para gestionar de manera conjunta los residuos generados por los envases que estas comercializan. Los SCRAP son los encargados del correcto cumplimiento de la normativa en materia de reciclaje y gestión sostenible de los envases y promover la circularidad de estos con el objetivo de reducir sus impactos.
De esta forma, los SCRAP actúan de intermediarios entre las empresas que estén asociadas a ellos y las administraciones, realizando los diferentes trámites que indica la normativa, como las declaraciones anuales, y asegurando que los residuos de envases generales sean recogidos, tratados y reciclados de manera adecuada.
¿Qué es un SIRAP?
Un SIRAP es, en esencia, una empresa productora de residuos de envases que crea su propio Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor y, en consecuencia, se hace cargo del correcto cumplimiento de la normativa y de los trámites relacionados con la administración, así como de la recogida, tratamiento y reciclaje de los residuos de envases generados por la actividad.
Diferencias entre SCRAP y SIRAP
La principal diferencia entre un SCRAP y un SIRAP es la implicación que tiene la empresa en el cumplimiento de la normativa.
En el caso del SCRAP, la empresa se añade y es el SCRAP el encargado de dar cumplimiento a la normativa, con el soporte de la empresa. Por otro lado, en el SIRAP es la propia empresa quien ha de dar cumplimiento a la normativa.
¿Quién está afectado por esta normativa?
A grandes rasgos, todas las empresas que fabrican, importan o distribuyen productos envasados están obligadas a cumplir con esta normativa. Esto incluye tanto a grandes corporaciones como pequeñas y medianas empresas (PYMES). La normativa se aplica a todo tipo de envases, incluyendo:
- Envases de plástico.
- Envases de cartón y papel.
- Envases de cristal.
- Envases metálicos.
Objetivos de la normativa
Esta medida forma parte de la Unión Europea para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo. Los objetivos principales de la normativa son:
1. Mejorar la tasa de reciclaje: Aumentar el porcentaje de envases de reciclados en comparación con el total generado.
2. Reducir el impacto ambiental: Conseguir una reducción del peso de los residuos de envases hasta un 15% el 2030 respecto al 2020.
3. Promover la economía circular: Impulsar un sistema en el cual todos los envases del mercado sean reciclables y siempre que sea posible reutilizables.
¿Cómo cumplir con la normativa?
Para poder dar cumplimiento a la normativa será necesario realizar los siguientes pasos:
1. Identificar un SCRAP autorizado/registrar el SIRAP: Las empresas afectadas deberán añadirse a un SCRAP existente y reconocido por la administración o bien registrar su propio SIRAP ante la administración.
2. Aportación económica en el SCRAP/finanzas SIRAP: Las empresas añadidas a un SCRAP deberán realizar un pago proporcional al tipo y cantidad de envases que ponen en el mercado. En el caso de los SIRAP se deberán pagar las fianzas necesarias para su creación.
3. Registrar como Productor de Producto: Las empresas deberán registrarse como Productor de Producto, en los casos en que se hayan añadido a un SCRAP, serán ellos los que realizaran este trámite.
4. Declarar los envases comercializados: En aquellas empresas que estén añadidas a un SCRAP se deberá facilitar la información sobre los materiales y los volúmenes puestos en el mercado y el SCRAP hará la declaración. En caso de haber constituido un SIRAP lo gestionará la misma empresa.
5. Implementar medidas internas: Adoptar estrategias para minimizar el impacto ambiental de sus envases, como ahora el uso de materiales reciclables o la reducción del peso de los envases.
Sanciones por incumplimiento
El no cumplimiento de esta normativa puede comportar sanciones económicas significativas, además de dañar la reputación de la empresa. La administración tiene la potestad de realizar controles exhaustivos para asegurarse que todas las empresas afectadas cumplan con sus obligaciones.
Retos y oportunidades
Esta normativa supone un punto de inflexión en cuanto al reciclaje y la reutilización de los envases y pretende poner las bases para un futuro más sostenible basado en la economía circular.
La adopción de mejoras adicionales a las exigidas en la normativa permitirá a las empresas posicionarse como referentes en la responsabilidad ambiental y como activos de cambio hacia una industrialización más sostenible.
Como conclusión esta normativa permite dar las herramientas necesarias para la transición hacia un sistema más sostenible de gestión de envases y la mejora del impacto ambiental.