¿Cómo gestionar los residuos derivados de la construcción y la demolición?

Sostenibilidad
ESCRITO POR Gal·la Requena i Mateu
29 Ago, 2024 — 3 min
¿Cómo gestionar los residuos derivados de la construcción y la demolición?

La gestión de residuos de la construcción se ha convertido en un aspecto fundamental para garantizar la sostenibilidad en el sector de la construcción. La cantidad de residuos generados en proyectos de obra nueva, reformas o demoliciones es significativa y, si no se trata adecuadamente, puede tener un impacto ambiental muy negativo. Este artículo explora la normativa vigente y las mejores prácticas para la gestión de residuos de construcción en Cataluña y España.

Normativa Estatal

En España, la gestión de los residuos de la construcción está regulada principalmente por el Real decreto 105/2008, del 1 de febrero, por el cual se regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición. Esta normativa establece las obligaciones tanto para los productores de residuos como para los gestores, así como los procedimientos para su correcta gestión.

Además, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados recientemente modificada por la Ley 7/2022, también introduce medidas para reforzar la gestión sostenible de los residuos, incluyendo la promoción económica del uso de materiales que no sean reciclables o biodegradables.

Normativa en Cataluña

En Cataluña, la gestión de residuos de la construcción está regulada específicamente por el Decreto 89/2010, del 29 de junio, por lo cual se aprueba el Programa de gestión de residuos de la construcción en Cataluña (PROGROC). Este decreto establece las directrices para la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD) con el objetivo de reducir la generación de residuos, fomentar su utilización y reciclaje, y promover el uso de materiales reciclados en nuevas construcciones.

Estas normativas catalanas complementan la legislación estatal y están alineadas con las directivas europeas, teniendo en cuenta las particularidades del territorio catalán.

Algunos puntos clave de la normativa son:

  1. Plan de Gestión de Residuos: Los proyectos de construcción que superen una cierta cantidad de residuos (50 m³ de volumen o 10 toneladas de peso) están obligados a elaborar un Plan de Gestión de Residuos. Este plan debe influir medidas para la reducción, separación y reciclaje de residuos generados.
  2. Clasificación y separación: La normativa exige la separación de los residuos en diferentes fracciones (inertes, peligrosos, etc.) para facilitar su reciclaje. Esta separación ha de empezar en el mismo lugar de la obra, para evitar la mezcla de materiales y mejorar su valorización posterior.
  3. Transporte y tratamiento: Los residuos han de ser transportados a gestores autorizados para su tratamiento adecuado. La trazabilidad de los residuos es fundamental, y es necesario mantener un registro detallado de su origen, transporte y destino final.
  4. Responsabilidad del productor: Los productores de residuos (normalmente las empresas constructoras) han de garantizar la correcta gestión de los residuos, incluyendo la separación en origen, el transporte a gestores autorizados y el seguimiento de la trazabilidad.
  5. Promoción del reciclaje: Se fomenta el uso de materiales reciclables provenientes de los residuos de construcción en nuevas obras, así como la adopción de técnicas constructivas que reduzcan la generación de residuos.
  6. Control y seguimiento: El decreto prevé mecanismos para el control y seguimiento de la gestión de residuos por parte de las autoridades competentes.

Clasificación de los RCD (Residuos de Construcción y Demolición)

Los residuos de la construcción se clasifican en diferentes categorías según sus características físicas, químicas y su potencial reutilización o reciclaje. Esta clasificación es fundamental para su correcta gestión y tratamiento. A continuación, se detallan las categorías principales:

  1. Residuos inertes. Los residuos inertes son aquellos que no experimentan cambios físicos, químicos o biológicos significativos. No se descomponen, no se pueden quemar, ni reaccionan de manera peligrosa. Se trata de residuos que no suponen un riesgo para el medio ambiente o la salud pública.

Ejemplos: Hormigón,ladrillos, tejas, cerámica, piedras, tierras no contaminadas.

  1. Residuos no peligrosos. Los residuos no peligrosos son aquellos que no presentan características peligrosas, pero que pueden requerir un tratamiento adecuado para evitar impactos ambientales negativos.

Ejemplos: Restos de madera no tratada, metal (hierro, acero, aluminio), plástico, tiza, cristal, materiales de aislamiento (siempre que no contengan substancias peligrosas).

  1. Residuos peligrosos. Los residuos peligrosos son aquellos que presentan una o más características peligrosas, como ser tóxicos, inflamables, corrosivos o reactivos. Estos residuos requieren un tratamiento específico y han de ser gestionados por gestores autorizados.

Ejemplos: Pinturas, barnices, disolventes, amiantos, productos químicos, baterías, materiales contaminantes con substancias peligrosas, tierras contaminadas.

  1. Residuos reciclables. Los residuos reciclables son aquellos materiales que se pueden reprocesar para convertirlos en nuevos productos. Su correcta separación en origen facilita el proceso de reciclaje.

Ejemplos: Metal, madera, plástico, cristal, papel y cartón, áridos reciclados (resultantes de la trituración de materiales como el hormigón y las tejas).

  1. Residuos de rechazo. Los residuos de rechazo son aquellos que no pueden ser reciclados ni reutilizados de manera efectiva. Estos residuos suelen acabar en vertederos controlados, aunque su cantidad se ha de minimizar en la medida de lo posible.

Ejemplos: Materiales compuestos que no pueden ser separados, restas de materiales considerados sin posibilidad de reciclaje, algunos tipos de materiales de aislamiento.

  1. Residuos orgánicos. Aunque no son tan comunes en la construcción como en otros sectores, los residuos orgánicos pueden aparecer en proyectos específicos, especialmente en obras de reforma o rehabilitación.

Ejemplos: Restas vegetales, madera no tratada, otros materiales biodegradables.

 ¿Quién es el responsable de los residuos generados en obras y demoliciones?

Se distinguen tres figuras como responsable de los residuos generados en obras y demoliciones:

  • Productor o promotor: Es el titular de la licencia urbanística para llevar a cabo las obras, las cuales han de contar con un Estudio de Gestión de Residuos. En caso de que los trabajos incluyan demoliciones técnicas, rehabilitaciones o reformas, se elaborará un inventario de residuos peligrosos siguiendo una clasificación selectiva. Además, deberá tener una acreditación que certifique que estos residuos han estado librados a una instalación especializada en su reciclaje.
  • Propietario o constructor: Si no puede gestionarlo él mismo, tiene la obligación de elaborar un Plan de Gestión de Residuos y entregarlo a un gestor especializado. También se ha de hacer cargo de los gastos relativos a la gestión y separar los residuos en función de su tipología y cantidades especificadas en el Real decreto 105/2008.
  • Gestor: Es el encargado del reciclaje de residuos de la construcción o demolición de edificaciones e infraestructuras.

¿Cómo se gestionan los RCD?

La gestión de los residuos sigue un proceso que garantiza su manipulación segura, la reducción de su impacto ambiental, y cuando sea posible, su valorización mediante el reciclaje o la reutilización.

Los residuos recogidos se tratan en plantas especializadas donde se procede a su reciclaje, reutilización o, en algunos casos, su eliminación segura.

  1. Reciclaje: Los materiales como el hormigón, los áridos, el metal y la madera pueden ser procesados y convertidos en nuevos materiales de construcción o en otros productos útiles.
  2. Reutilización: Algunos residuos se pueden reutilizar directamente sin necesidad de procesamiento, como, por ejemplo, la madera o las piezas metálicas.
  3. Eliminación en vertederos: Los residuos que no se pueden reciclar o reutilizar son eliminados en vertederos controlados, siguiendo las normativas para minimizar el impacto ambiental.

Buenas prácticas en la gestión de RCD:

Además de cumplir con la normativa, adaptar buenas prácticas en la gestión de residuos puede contribuir significativamente a reducir el impacto ambiental del sector de la construcción. A continuación, se describen algunas de las más relevantes:

  1. Prevención y reducción: Planificar la obra de manera que se genere la menor cantidad posible de residuos. Esto incluye el diseño modular, la reutilización de materiales existentes y la compra de materiales a granel para evitar el exceso de envases.
  2. Reutilización y reciclaje: Fomentar la reutilización de los materiales sobrantes dentro de la misma obra o en otros proyectos. Así mismo, priorizar el reciclaje de materiales como el hormigón, la madera, el metal, y otros materiales que pueden ser valorados.
  3. Formación y sensibilización: Implicar todos los trabajadores en la gestión sostenible de los residuos. Esto implica formaciones específicas sobre la separación de residuos y de su correcta manipulación.
  4. Colaboración con gestores autorizados: Trabajar con gestores de residuos que cumplan con la normativa vigente y que puedan garantizar la trazabilidad de los residuos, de su origen hasta el destino final.

La correcta gestión de los residuos de construcción no solo es un imperativo legal, sino que también es una responsabilidad ambiental y social. Cumplir con esta normativa vigente, tanto estatal como catalana, y adoptar buenas prácticas en la gestión son pasos esenciales para un futuro más sostenible en el sector de la construcción. La integración de medidas de prevención, reducción y reciclaje no solo reducen el impacto ambiental, sino que también puede generar ahorros económicos significativos y mejorar la imagen corporativa de las empresas involucradas.

Cada paso hacia una gestión más responsable de los residuos de construcción es un paso más hacia un entorno más limpio y saludable para todos.

Desde Grup Carles podemos ayudarte a hacer una correcta gestión de los residuos derivados de la construcción y demolición además de disponer de un equipo de ingeniería que puede gestionar tu obra de principio a fin, incluyendo la gestión de los residuos. Si tienes cualquier duda al respecto, ¡contacta con nosotros!